Al regresar de una tournée se asocia con un nuevo partenaire: Shock el prestidigitador. Esa misma noche Fred intenta abrazar a la acróbata Arabella y es rechazado violentamente. Shock le encuentra humillado, se apiada de el y le lleva a su casa. Allí le presenta a su mujer, Nora, a quien le resulta difícil vivir con un prestidigitador, en el límite de la ilusión y el engaño.
A Nora Fred le evoca un niño y le trata con la ternura con la que cuidaría del hijo que no ha tenido.
A la mañana siguiente, Nora y Fred desayunan juntos. Shock, se ha marchado temprano. Nora está reclinada en el diván de terciopelo. Fred le cuenta su vida y cuando calla sigue agitando su pequeña mano como si quisiera detenerse nunca. A Nora le emociona la chaquetita negra, la naricilla carnosa, el pelo rojizo, y la raya que divide en dos su cabeza.
En realidad no le ve como es realmente. Intenta imaginar a su propio hijo, el que no ha tenido, que cuenta las burlas y cuitas de la escuela. Cuando acaricia su cabeza, cruza su mente una idea vengativa.
Fred tarda en reaccionar. Inmóvil, en silencio, siente un placer indescriptible, pero no es capaz de apartar la vista de un pompón verde que sobresale de la zapatilla de la señora Shock. De repente, Y de pronto, una inercia embriagadora les impulsa hacia el otro.
Las páginas que siguen al encuentro amoroso son bellísimas. No se puede narrar con más intensidad la felicidad de el pequeño ser que pasea por Londres con bombín y pantalones a rayas. Siente que la ciudad entera ha sido creada para el. Al fin se atreve a encogerse de hombros ante las miradas morbosas que hasta ese día le atormentaban.
Pero la felicidad de Fred se ensombrece cuando encuentra a Shock, el prestidigitador. Fred está poseído por el prodigio de su amor y considera que por honestidad ha de revelar sus amoríos con Nora a su marido. La confidencia es sólo una frase que naufraga en un mar de palabras, porque Shock aparentemente no se da por aludido, aunque por vez primera fracasa en uno de sus juegos de magia.
¿Cómo reaccionará Shock? ¿Y Nora? ¿Logrará Fred lo que pretende?
Os lo contaré en una próxima entrada.
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