Versión actual de la Cabeza encantada de Ana Tamariz y Manu Vera (1) |
Los magos han exhibido desde hace siglos la ilusión de la cabeza
parlante ejecutada mediante diferentes métodos y con diversas presentaciones.
La Esfinge es una de las más enigmáticas[i].
El coronel Stodare presentaba la ilusión diciendo que en Egipto había
encontrado a un mago callejero que le entregó una caja que contenía la cabeza
viva de una mujer.
Los decapitados o las cabezas cortadas son su versión más
truculenta[ii].
En algún caso, se convirtió en muñeco de ventriloquía como Pedro, la cabeza
barbuda parlante del excepcional ventrílocuo Wenceslao Moreno[iii].
Conocido como Sr.Wences desarrolló su carrera en Estados Unidos, donde fue una
de las estrellas del Ed Sullivan Show en
los años 50 y 60 del siglo pasado. Con el pulgar y el índice formaba los labios de uno de sus personajes: un niño
descarado al que llamó Johnny. Pedro era una cabeza sin cuerpo guardada en una
caja. Fue el resultado de un accidente de tren, en el que su muñeco
habitual se destruyó. Quedó sólo la
cabeza.
Sr.Wences con Pedro, la cabeza parlante
Pero generalmente la cabeza parlante es un efecto de los denominados de grandes ilusiones o aparatos que suele estar unido a la adivinación y a otras suertes de mentalismo, al estilo de los trucajes de los oráculos, en los antiguos templos, que describe Herón de Alejandría[vi]. Adolphe Blind[vii] al referirse a los autómatas parlantes trucados cita un pasaje de Teodoreto de Ciro en el que cuanta que el obispo Teófilo, cuando destruyó las estatuas de los dioses paganos en Alejandría, encontró huecos en los cuales se podían esconder los sacerdotes y de esta manera hablar a través de las bocas de las estatuas.
La serpiente adivina
Serpiente Glicón |
Asclepio |
Allí actúa de nuevo como un ilusionista. Solicita una copa, la hunde en el barro y extrae el huevo de oca. Nadie se apercibe de las marcas de cera blanca y albayalde que disimulan la fractura por donde anteriormente fue abierta la cáscara para introducir la culebra. A la vista de todos, rompe el huevo. Salta la culebra y se enreda entre sus dedos. Ante la sorprendente aparición, pocos ponen en duda que se trata del mismísimo Asclepios, metamorfoseado en serpiente. La expectación se convierte en fascinación. Alejandro se dispone a alimentarla pero deja pasar unos días. Esta vez sustituye la diminuta culebra por la imponente aunque inofensiva serpiente que había traído de Macedonia, a la que incorpora una cabeza de tela que ha fabricado. La cabeza es perfectamente verosímil – asegura Luciano. Para lograrlo utiliza recursos de ilusionista: abría la boca por medio de unas crines de caballo y asomaba por delante una lengua como la de una serpiente, bífida y negra, que se movía bajo la acción de las crines de caballo también.[xii]
Planteamiento ilusionista de don Antonio
Versión actual de la Cabeza encantada
de Ana Tamariz y Manu Vera (2)
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El artilugio de Don Antonio tiene el aspecto
de los bustos que proliferaron durante el imperio romano para representar a los
personajes relevantes, aunque no todos lo fueran.
Todos los
gestos de Don Antonio son propios de un mago avezado que trata de demostrar que
no existe trampa alguna e intenta desvanecer cualquier posible explicación, aun
cuando no sea cierta. Recorre el
aposento, rodea la mesa una y otra vez. Se encara con don Quijote y le pide que
guarde celosamente el secreto de lo que va a ver. Una vez creados la
expectación y el misterio, toma de nuevo la huesuda mano del hidalgo y le hace
palpar la cabeza y la mesa, hasta que parece evidente que no hay orificios, ni
junturas, ni ningún mecanismo disimulado o encubierto. Tocar las apariencias, llamaría a esta operación Cervantes y en
otra parte del libro pone en boca de don Quijote: "Ahora digo que es menester tocar las apariencias con la mano para dar lugar
al desengaño"[xiii].
Aunque en
esta ocasión, gracias a la maestría de don Antonio, provoca el efecto contrario.
No hay desencanto. Don Quijote se queda
literalmente pasmado, aguardando ver en que para aquella intriga.
Desacreditar los milagros
Obra de Michel Cheval |
La modernidad
vive siempre en tensión con aspectos residuales de la cultura del pasado. A
principios del siglo XVII, cuando se publica la segunda parte del Quijote, la
desacralización de la magia es un proceso en marcha que tardará en cristalizar
en experiencia. Tres siglos después podemos estar seguros de que no ha
cristalizado del todo. Hoy mismo, resultaría
sencillo comprobar con qué ahínco muchos de los asistentes los espectáculos de
mentalismo atribuyen al mago poderes sobrenaturales.
Ciertamente, en
la época, la comunidad científica se hallaba en formación y las personas con
conocimientos de esta clase eran una minoría que se sentía fascinada ante la posibilidad de
hallar una explicación para la complejidad del mundo natural. Desde el XVI nos
topamos con magos que se convierten en matemáticos y matemáticos que se
transforman en magos. La mayor parte de la población carecía de oportunidades
de acceso a estos conocimientos. Para ellos, los espectáculos de ilusionismo se convirtieron
en una ventana, a menudo la única, para vislumbrar los nuevos avances de la
física y de la química y las nuevas concepciones de la naturaleza, la vida y el
universo. El proceso culmina en el siglo XVIII. Por entonces los magos se despojarán del esotérico sombrero cónico y
estrellado de Merlín, para presentarse como profesores de física. Llamarán a su
arte Recreaciones científicas. El
nombre sugiere el papel de la diversión y el entretenimiento en la difusión de la ciencia que generalizará el proyecto
ilustrado.
El episodio
de la cabeza parlante del Quijote se puede considerar un precedente
renacentista. Se relaciona con lo que Paula Findler denomina Scientiae Lusus y Cory A. Reed [xiv] desarrolla
con amplitud: Una broma científica
mediante la cual la observación de la naturaleza revela sus paradojas, los nuevos
conocimientos científicos desafían las
viejas creencias y la capacidad tecnológica permite reproducir y, en
consecuencia, esclarecer los misterios.
Evocación de Girolamo Scotto
Girolamo Scotto |
Don Antonio
atribuye la autoría de la cabeza a uno de
los mayores encantadores y hechiceros que ha tenido el mundo, del que dice
que posiblemente era polaco de nación y
discípulo del famoso Escotillo[xvi].
La mención a Escotillo, en el habla y en la literatura española, llegó a
designar a todo aquel que mediante el
ingenio y la habilidad es capaz de embaucar los sentidos y el entendimiento. Es
decir el proceder de un ilusionista o
prestidigitador, que no el de un nigromante
o astrólogo. De hecho el personaje de Escotillo es un remedo o caricatura de
Girolamo Scotto[xvii]
, el eco de los mil portentos que de él se contaban cuando como prestidigitador
recorría las cortes de Europa[xviii].
Prodigios asombrosos que le convirtieron en uno de los iniciadores del
mentalismo. Señala así mismo don Antonio que el artificio era consecuencia de
cálculos precisos en los que conviven mal la astrología y las matemáticas, pero
que son congruentes con las presentaciones de los ilusionistas que no acaban de
romper del todo el hilo con la magia legendaria del pasado que conservaba su
poder como acicate para la imaginación. Guardó rumbos, pintó caracteres, observó
astros, miró puntos y, finalmente, la sacó con la perfección que veremos
mañana, porque los viernes está muda, y hoy, que lo es, nos ha de hacer esperar
hasta mañana.
El sábado tiene lugar el acto de prestidigitación
propiamente dicho. El público está compuesto por don Quijote, Sancho y las
mujeres de dos amigos de don Antonio. No cuento entre el público a los dos
amigos, porque están en el secreto. Don
Antonio les había revelado previamente lo que Cervantes llama el busilis del encanto, es decir el
secreto funcionamiento de la estatua. Esta distinción nos revela a quien iba destinado
el juego o recreación científica y las condiciones en las que ha de ser
realizado. El efecto engaña a quien no conoce la causa, en este caso artificio,
que lo produce. El planteamiento de don Antonio coincide con la visión de
Cervantes que había puesto una clara advertencia en boca de Mauricio, uno de los
personajes del Persiles, al criticar las veleidades de la astrología: Ninguna ciencia, en cuanto a ciencia,
engaña; el engaño está en quien no la sabe[xix].
Don Quijote y la cabeza |
La cabeza habla por fin.
Cabeza parlante |
Don Quijote
anda preocupado con lo que pasó en la Cueva de Montesinos, los azotes que Sancho
ha de infringirse a sí mismo para desencantar a Dulcinea y el desenlace del
encantamiento de su amada. La cabeza responde con frases ambiguas que valen
igual para un roto que para un descosido. “—A lo de la cueva —respondió—, hay
mucho que decir: de todo tiene; los azotes de Sancho irán de espacio; el
desencanto de Dulcinea llegará a debida ejecución[xxii]
“. A don Quijote le basta la ambigüedad pues le permite imaginar una feliz
resolución de sus amores.
Sancho
pretende que la cabeza prediga su futuro y recibe en respuesta una buena
andanada de generalizaciones sin substancia que provocan su insatisfacción y
desprecio. “- ¡Bueno por Dios! —dijo Sancho Panza—. Esto yo me lo dijera: no
dijera más el profeta Perogrullo[xxiii]”.
Y es que la
realidad, para don Quijote, está jalonada de profundas simas, cuevas – como la
de Montesinos – que le introducen en un mundo de encantamientos. Un mundo que
es distinto al que le muestran los sentidos, trasunto de la visión platónica,
en el que los encantamientos son proyecciones de la mente humana capaz de
rehacer y reconstruir la realidad.
El juego de
magia de la cabeza parlante provocará una visión distinta de la ilusión y empezará
a modificar los términos del mundo caballeresco, el mundo encantado que
sustentaba la existencia del personaje don Quijote. El juego de magia no
recurre a la concepción platónica, ni se vale del ilimitado poder de la palabra
para producir fenómenos imposibles. El juego de magia adopta el método
científico por el que el ingenio humano intenta no engañarse a sí mismo.
El ilusionismo, como arte escénico, es
capaz de crear y reproducir los engaños y, en consecuencia, de desengañarse.
Tras asistir
a la representación de magia don Quijote penetra en un universo distinto, en el
que dejará de ser don Quijote, para reencontrarse con Alonso Quijano.
Cide Hamete Berengueli explica un juego de magia.
Tomás de Aquino destrruye la cabeza parlante de su maestro Alberto Magno |
Las dialogantes cabezas del abate Mical |
La cabeza parlante del Quijote está más próxima
a la cabeza políglota concebida por Valentín Morbito, de quien se sospechaba se valía de un
ventrílocuo. O a la "calavera
parlante" del médico boloñés Andrés Albido que empleaba un mecanismo parecido a la de don Antonio y que
se convierte en cuento de terror en la relación que nos da de ella el
erudito cisterciense Don Juan de
Caramuel con noticias extraídas de Girolamo Cardano: Albio quiso atemorizar a un mancebo prendado de una doncella, dándole a
entender que el mismo demonio trataba y hablaba de sus amores. Para esto mandó
colocar en el extremo de una mesa una calavera, y alrededor de ella algunas
velas encendidas. La mesa descansaba sobre cuatro columnas que la servían de
pies, y estaba agujereada por donde se puso la calavera, pero cubierta toda con
un tapete muy delgado para que no se descubriese el agujero.
La
columna o pie que correspondía a éste, estaba hueca y tenía en su interior un
tubo o cañón que pasaba o penetraba en otra pieza o cuarto bajo, porque el
suelo del de arriba estaba agujereado por donde estribaba el pie de la mesa, de
modo que aplicando el oído el que estaba abajo a la boca del cañón o cerbatana,
oía fácilmente a los que hablaban desde arriba, los cuales hicieron varias
preguntas a la calavera, por cuya boca respondía el de abajo y oportunamente
porque se habían convenido de antemano en lo que se había de preguntar y
responder.
Algunos
de los circunstantes que sabían el secreto estaban muy divertidos y
regocijados; bien al contrario de los que lo ignoraban, creyendo que algún
espíritu infernal hablaba en ella, especialmente el enamorado, que ya le
parecía se le llevaba por los aires[xxv]".
La del Quijote anticipa las cabezas parlantes, activadas por
mecanismos de diferentes tipos, que
construirían a lo largo del siglo XVIII científicos, técnicos y artesanos ilustrados.
Como las dos cabezas enfrentadas del Abate Mical que conversaban entre sí. O la
Friedrich von Knauss que era capaz de pronunciar las cinco vocales.
Sin embargo el sistema empleado tanto por la
cabeza de don Antonio, como por la de Albio se conoce desde la antigüedad.
Sorprende hasta qué punto es idéntico al utilizado por Alejandro de Abonoteico para
difundir los oráculos de su serpiente divina y adivina. La explicación de
Luciano[xxvi]
es similar a la de Cide Hamete Berengeli. En el caso de la serpiente parlante
de Alejandro de Abonoteico quien respondía era un ayudante que se encontraba en
una habitación aneja, utilizando un tubo acústico solapado en la pared. ¿Con
qué ojos contemplarían los fieles la irrupción de aquellas palabras en la boca
de una serpiente a la que ellos consideraban un dios? Naturalmente con los ojos
de la credulidad suspendida. Las palabras estaban destinadas a aliviar su
zozobra y sufrimiento. La cabeza de la serpiente se situaba justamente delante
del orificio, para ocultarlo a los ojos del público e inducir la impresión de
que era la serpiente quien hablaba.
Athanasius Kircher
Statua citofónica de Kircher |
No es improbable que Kircher hubiera conocido de
primera mano la invectiva de Luciano contra el falso oráculo de Alejandro de
Abonoteico. El método empleado para fabricar statua citofónica es similar al de la cabeza parlante del Quijote y
al de la serpiente adivina del bribón de Abonoteico. Athanasius Kircher había
estudiado con minuciosidad los procedimientos empleados en los antiguos templos
para dar voz a las estatuas. Los dos artilugios
reales, el de don Antonio y el de Kircher, son también dos broma científicas, dos juegos
recreativos. Coinciden con el panfleto de Luciano en la intención de denunciar
los fraudes de los viejos oráculos
Kircher: |
Athanasius Kircher, en su obra vastísima, pretendía cobijar no sólo la totalidad de lo existente sino también de lo imaginable. Compila y relaciona mediante un ars combinatoria [xxxi]conocimientos diversos sobre magnetismo, zoología, astronomía, medicina, arquitectura, lingüística, arqueología, óptica, geología, aritmética, sinología y egiptología. Dos de sus obras afectan directamente a nuestro tema. Su fascinante tratado Musurgia Universalis [xxxii]está dedicado a la música y acústica. Son siete libros que abordan la naturaleza del sonido y la voz y tratan de la música y de los instrumentos hebreos y romanos, de la armonía, de los componentes de todo género de melodías, de la música instrumental, de la música antigua y moderna y de la llamada Musurfia mirifica. Creó un sistema de comunicación que permitía traspasar los muros y propagar la voz por todo el edificio mediante grandes tubos de metal. Un grabado perteneciente a su Musurgia Universalis muestra lo que podemos denominar arquitectura parlante. En un salón, colocó un busto que denominó statua citofonica. Empleaba idéntico sistema al de la cabeza parlante del Quijote. Adaptó un tubo cónico, de hierro, a un orificio situado en la parte posterior del cráneo, que comunicaba con el sistema de tubos del edificio, de forma que los sonidos parecían brotar de la boca de la estatua.
En un volumen
posterior, en la Phonurgia Nova de 1673 [xxxiii], desarrolló un método de producción de sonido.
La primera parte trata de la influencia de la música en los seres humanos. La segunda estudia le propagación del sonido.
Dedica especial atención a un sistema de espionaje o escucha de las
conversaciones y al desarrollo de la "statua
citofonica".
Reproducción de la voz
Bellacini |
Euphonia |
La creación de la industria del espectáculo
Don Quijote espectador: fotograma de Don quijote de Welles. |
Coronel Stodare |
Al final don Antonio destruye la cabeza, como
hizo Tomás de Aquino con la que construyera su maestro Alberto Magno. Lo que en
unos sitios se destruía en otros se construía. Dos siglos más tarde el profesor
Liebholz crearía en Hamburgo toda una industria dedicada a la fabricación de
cabezas parlantes y otros aparatos de magia. Una
verdadera industria que ha dado fama mundial a Hamburgo – afirma Javier Areny
de Plandolit[xxxiv] - Son
muchísimos los artistas que suministra y miles los operarios que en esta nueva
industria han encontrado trabajo. Sirva la cita para mostrar la envergadura
que alcanzaría la magia entre las artes del entretenimiento.
La cabeza parlante no sólo se emplea en el
ámbito de la prestidigitación y el ilusionismo. Se adapta al teatro como efecto
especial Un efecto especial es un truco explicado. Algún día habrá que valorar
la contribución de la magia a las tecnologías teatrales como ya se ha valorado
su contribución al cine. Vicente Carducho [xxxv]
describe las características de la cabeza de sátiro que presentó el escenógrafo
Cosme Loti en su teatro de Comedia de Máquinas establecido en el Buen Retiro: La
califica de “valiente escultura que con
movimiento feroz mueve los ojos, orejas y cabellos y abre la boca con tanta
fuerza y ronquido que espanta y asombra a cualquiera que no esté sobre aviso,
como pasó en mi presencia con un hombre que, sobresaltado por este no pensado
alarido, dio, turbado y casi fuera de sí , dio un brinco de más de cuatro
pasos.
También se convertirá en una atracción de feria.
Hacia 1780 se hizo muy popular con el nombre de La voz invisible. Se trataba de una enorme arca de madera,
protegida por una celosía, que contenía un aparato dotado de una doble trompa
acústica. Uno de los extremos se utilizaba para formular preguntas. El otro
para escuchar las respuestas de una
grata voz femenina. Pero será su versión antropomórfica la que triunfará en las
barracas. A menudo provoca equívocos, confusión o situaciones cómicas que
denunció el gran mago Robert-Houdin[xxxvi].
La cabeza se colocaba sobre una mesa y respondía a las preguntas de los
espectadores. Estos llegaban hasta ella tras atravesar un decorado gótico,
lóbrego y tenebroso. El tono era lúgubre. El lugar húmedo y desapacible como
una mazmorra. Robert-Houdin señala que los feriantes se aprovecharon de la expectación provocada, cobrando una entra
muy elevado. El ingenuo público popular fue sustituido por jóvenes ricos,
ociosos y resabiados, que empezaron a jugar con la cabeza al pin pan pun,
arrojando toda clase de objetos, alguno de los cuales al rebotar puso en
evidencia el truco empleado. El cómico Enrique Chicote[xxxvii]
escribió un relato narrando las vicisitudes de una de estas desdichas cabezas
parlantes.
Las cabezas parlantes tuvieron, así mismo, su
versión en el universo de los llamados fenómenos. Charles Grandemange nació en
1835 sin cuerpo, sin brazos ni piernas. Se convirtió en un gran calculista.
Vivía en una caja de madera. Y en ella se presentaba ante los públicos cultos
que le proponían intrincados problemas matemáticos.
El efecto en manos de los grandes artistas de la
ilusión produce otras sensaciones y emociones. Se convierte en un prodigio. La Esfinge de la que he hablado al
principio de este escrito, se basaba en el mismo sistema que La cabina de Proteo. Jim Steinmeyer[xxxviii]
ha señalado que la primera presentada por un artista genial, como el coronel
Stodare, producía una genuina emoción emparentada con el misterio. La segunda que
presentaba su propio inventor como conferenciante, provocaba curiosidad científica.
,
Si abrimos de nuevo el telón, en el escenario podemos
apreciar que no hay nada entre el filo
de una espada y la impresionante cabeza que
flota. Fue inventada por Jacob Michael Hartz.
Versión actual de la Cabeza encantada
de Ana Tamariz y Manu Vera (3)
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Ese espacio donde no hay nada está reservado a la supresión voluntaria de la credulidad. Recordemos cuando niños que jugábamos al como si… Como si fuésemos héroes o heroínas, policías o ladrones, princesas o mendigos, pero pudiendo saltar en un instante de la ficción nuevamente a la realidad. Cervantes se dirige a un lector muy próximo. Un lector flexible, desprejuiciado, que es capaz de mantener su capacidad crítica y abandonarse al mismo tiempo al sortilegio de la ficción. No es extraño que su formulación de la novela moderna coincida con el proceso de desacralización de la magia que se convierte en entretenimiento y espectáculo. Comparten un mismo espacio, el espacio vacío de la ficción, de un inmenso poder creador, donde todo es posible porque es posible creer y no creer casi simultáneamente. Con su cabeza parlante, Cervantes propone un artilugio para librarse de la creencia, de lo inexorable, de la fatalidad. Implica un engaño. Desde luego. Pero un engaño que desengaña.
Notas
[i] Don Quijote II, 62
[ii] Para precisar este concepto ver la obra de Francisco González de Andía, Marqués de
Valparaíso, quien narró la abdicación de Carlos Vº y sus últimos
días en Yuste con el título de El perfecto desengaño; edición,
introducción, notas y selección de grabados, de María Dolores Cabra Loredo, Madrid
: El Museo Universal, 1983
[iii] Efecto inventado por
M.Tolbin y realizado por el Coronel Stodare. Requería el concurso de un ventrílocuo.
[v] Sobre Wences ver: Jorge San Román Villalón, ; “ La
extraordinaria vida del señor Wences”,San Rafaél, Segovia : J. San Román, 2009.
[vi] Marie Boas, "Hero's Pneumatica: A Study of
Its Transmission and Influence· Isis 119 (Feb. 1990): 38–48. 87.
[viii] Celso (siglo II d.C.) defendió la cultura y tradición paganas frente al
cristianismo.
[ix] Alejandro o el falso profeta en Obras [V.2] / Luciano de Samosata ;
introducción general de Carlos García Gual ; traducción y notas de Andrés
Espinosa Alarcón. Ver también “Jesús Rodriguez Morales: Alejandro de Abutinico; Las razones de un falso profeta” en Aspectos
modernos de la antigüedad y su aprovechamiento didáctico / Antonio Guzman,
Fco. Javier Gómez Espelosín, Joaquín Gómez Pantoja (eds.) Madrid : Ediciones
Clásicas, 1992
[x] Por su sabiduría y milagros Apolonio de Tiana llegó a ser considerado equivalente a Jesucristo.
[x] Por su sabiduría y milagros Apolonio de Tiana llegó a ser considerado equivalente a Jesucristo.
[xi] Alejandro o el falso
profeta, 394
[xii] Alejandro o el falso
profeta, 400
[xiv] Paula Finder. “Jokes of Nature and Jokes of Knowledge: The Playfulness of Scientific
Discourse in Early Modern Europe.”Renaissance Quarterly 43 (1990): 292–331.
Cory
A. Reed: “ Ludic Revelations in the Enchanted
Head Episode in Don Quijote (II, 62)”,
Cervantes:
Bulletin of the Cervantes Society of America , 24.1 (2004): 189-216.
[xv]Ver Saffar, Ruth. “Cervantes and the Games of Illusion.” Cervantes and the
Renaissance. Ed. Michael D. McGaha. Easton, PA: Juan
de la Cuesta, 1980.
[xvii]Riccardo Rampini (Zadig ha realizado una biografía de Hieronimo
Scotto, prestidigitador italiano de finales del 500 con la que obtuvo el premio Roxy.
[xix] Miguel de Cervantes: Los
trabajos de Persiles y Segismunda , Libro 1, capñitulo XIII.
[xxiv] Pellicer, Casiano: Tratado
histórico sobre el origen y progresos de la comedia y del histrionismo en
España: con las censuras teologicas, reales resoluciones y providencias del
Consejo Supremo sobre comedias, y con la noticia de algunos célebres comediantes
y comediantas ... ; con algunos retratos. Madrid : en la Imprenta de la
Administracion del Real Arbitrio de Beneficencia : se hallará en la Libreria de
Ranz ..., 1804
[xxv]Juan Caramuel Lobkowitz (Madrid, 23 de mayo de 1606 — Vigevano, Lombardía, septiembre de 1682) fue un filósofo, matemático, lógico, lingüista t monje cisterciense.
[xxv]Juan Caramuel Lobkowitz (Madrid, 23 de mayo de 1606 — Vigevano, Lombardía, septiembre de 1682) fue un filósofo, matemático, lógico, lingüista t monje cisterciense.
[xxvii] Jones, Joseph R .: "Historical Materials for the Study of the Cabeza encantada episode in
Don Quijote, II, 62". HR, 47 (1977), 87- 103. Hispanic review: The
University of Pensylvania Press 1933-
[xxviii] Fundado por Ignacio de Loyola en 1550, con objeto de
formar académicamente a los futuros miembros de la Compañía de Jesús, desde los estudios
elementales a los universitarios. Albergó el Museo Kircheriano, parte de cuyas
colecciones aún custodia.
[xxix] Que había señalado VALLE- AVARCE, Juan Bautista del : “La cabeza
encantada” Homenaje a Luis Alberto Sánchez Insula :[1983]
[xxx]Martín del Rio Disquisitionum
magicarum, 1599.
[xxxii]Athanasius Kircher “Musurgia
universalis sive ars magna consoni et dissoni in X libros digesta, Romae : Ex tyographia Haeredum Francisci
Corbelletti, 1650 , 2 v.
[xxxiii] Lamberto Tronchin: The 'Phonurgia Nova' of Athanasius Kircher:
The Marvellous sound world of 17th century, POMA Volume 4, 2008;
http://asadl.org/poma/resource/1/pmarcw/v4/i1/p015002_s1?bypassSSO=1
[xxxiv]Dr. Javier Areny de Plandolit: Las maravillas de la magia moderna. Barcelona : Alta Fulla, 1997
[xxxiv]Dr. Javier Areny de Plandolit: Las maravillas de la magia moderna. Barcelona : Alta Fulla, 1997
[xxxv] Carducho, Vicente: Diálogos de la pintura su defensa, origen,
esencia, definición, modos y diferencias; edición, prólogo y notas de
Francisco Calvo Serraller Madrid : Turner D.L., 1979
[xxxvi] J.E. Robert-Houdin, Magia y física recreativa , traducción de M. A. Tanir] , Alta Fulla. Barcelona, 1998
[xxxvi] J.E. Robert-Houdin, Magia y física recreativa , traducción de M. A. Tanir] , Alta Fulla. Barcelona, 1998