domingo, 8 de abril de 2018

Limiñana contra Hermann



 

 

Pascual Limiñana fue un prestidigitador español que intentó eclipsar la buena estrella de Hermann, sin duda el ilusionista que produjo un mayor impacto en el público español en la segunda mitad del XIX. Durante lustros decir Hermann en España era igual que decir magia. Pero hubo un momento en que pudo no llegar a suceder. En Julio de 1860 se entrometió Limiñana. Fue un sábado a las 9 de la noche. El domingo siguiente debutaba Hermann en el Circo. Limiñana que, por entonces, era un aficionado se adelantó y programó una función sorpresa en la sala Capellanes en la que prometió instruir a los madrileños en los secretos de la prestidigitación antes que el señor Hermann lo hiciera. Y, en especial, anunció que iba a descubrir el secreto de los aros chinos que, por entonces, era una suerte sorprendente y novedosa y uno de los platos fuertes en el repertorio del ilusionista alemán. El plumífero de la Iberia escribió exhultante: « Elogiamos la ocurrencia del señor Limiñana en anticiparse a Herrmann 24 horas. En la época del telégrafo, este adelanto es un siglo. Asistiendo esta noche podremos decir mañana a M, Herrmann cuando se presente a enseñarnos un juego al que ya damos poca importancia:« — ¡Bah! Eso ya lo sabíamos nosotros hace mucho tiempo. ¡Fuera antiguallas!».

 

Las expectativas no se cumplieron. Aunque Limiñana ejecutó suertes notables y realizó correctamente los esperados aros chinos, otro cronista, esta vez en La Discusión, concluía que «en honor de la verdad debemos decir que le falta bastante para competir con el inolvidable Hermann, cuya limpieza es superior á todo encarecimiento, así como debemos decir también que después de ver al célebre alemán se puede ver con gusto al aficionado Sr. Limiñana, lo cual prueba muchísimo en su elogio… »


El cartel se conserva en la colección Ephemera de Pedro Ibarra en la Universidad de Alicante. Se puede apreciar que en el repetorio, que corresponde a una actuación posterior, incorpora varios de los efectos más célebres de Robert-Houdin.

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