domingo, 9 de diciembre de 2012

De cómo Comus, el escamoteador, llegó a ser médico del rey (Primera Parte)

Aplicación de electroterapia
 Soy -dijo- hijo del famoso Comus, físico del rey y de la reina; mi padre, al que su apodo burlesco hizo que lo incluyeran entre los prestidigitadores y charlatanes, era un sabio distinguido de la escuela de Volta, de Galvani y de Mesmer. Fue el primero que, en Francia, se ocupó de fantasmagoría y de electricidad, pronunciando conferencias de matemáticas y de física en la corte (1). Así comienza el relato que Alejandro Dumas escribió sobre la ejecución de Charlotte Cordey, la asesina de Marat.

¿Quién era el tal Comus? ¿Médico o mago? Se llamaba Nicolas-Philippe Ledru, aunque era más conocido por su apodo. Ejercía la prestidigitación en una época en la que aún no se empleaba esa palabra para designarla. Vivió  los albores de la revolución francesa, cuando la ciencia se había convertido en una de las diversiones preferidas de un público  ávido de novedades y descubrimientos e incapaz de distinguir con claridad las fronteras entre  magia y ciencia. Las recreaciones científicas se encontraban en las barracas de feria y se abrieron paso entre los espectáculos de bulevar (2). 

Esa ambigüedad explica que Comus pudiera ser al tiempo príncipe de los magos y médico del rey Luis XVI de Francia. En sus inicios realizaba sorprendentes juegos de manos. Le abrieron las puertas de los salones de la aristocracia. El duque de Chartres, que luego lo sería de Orleáns, se convirtió en uno de sus discípulos en las artes de destreza y sutileza. No demasiado aventajado, todo hay que decirlo.
Retrato de Comus
Protegido por la nobleza, Comus viajó por Francia e Inglaterra. Durante su estancia en la isla,  aprendió a manejar una amplia gama de instrumentos matemáticos y ópticos, que también recibían el nombre de filosóficos. En la tienda de Edward Nairne, en  Cornhill, Londres, se familiarizó con el generador electrostático que permitía suministrar electricidad para uso médico. En el taller de Jesse Ramsden, en Hallifax, adquirió gran pericia en el manejo de los  instrumentos astronómicos y de medición, que construía este artífice de manera insuperable (3).

 En 1766, Luis XV le otorga una patente para construir instrumentos de física y  para transformar el hierro en acero siguiendo el procedimiento de Knight (4). En 1777  el emperador José IIº adopta la identidad del conde Falkenstein para poder asistir, sin ser reconocido, a las dos sesiones en las Comus que realizó experimentos sobre la descomposición de la luz sin necesidad de lentes o prismas.  En 1781 obtiene el privilegio de compulsar datos del archivo  cartográfico y de las observaciones magnéticas de la Marina fancesa, para elaborar nuevas cartas naúticas y mapas metereológicos (5).

Sus nuevas habilidades le permitieron transformar su repertorio de juegos de escamoteo en un espectáculo de recreaciones Físicas y Matemáticas.  Además logró adquirir un gran  conocimiento de las reacciones del cuerpo humano. A través de los movimientos musculares del rostro era capaz de desentrañar lo que acontecía en la psique. Se presentaba como Físico, un título no demasiado preciso. La  palabra designaba, por aquel entonces,  al  médico como al estudioso de los fenómenos de los que se ocupa la física  E igualmente servía para denominar al  artista que utilizaba las innovaciones de la ciencia física en sus entretenimientos.

A veces resultaba  complicado diferenciar el entretenimiento del experimento,  ¿En qué consistía el repertorio de Comus? ¿Magia o ciencia? Si nos situamos en  1762 y compramos una entrada para su gabinete del bulevar del Temple, tendremos la oportunidad de asistir a diversas experiencias – Comus insistía que útiles -  sobre  matemáticas, sonido, óptica, magnetismo  y electricidad. Estas eran sus especialidades, pero no las únicas pues los experimentos científicos se presentaban como juegos de prestidigitación y, en ocasiones, recurrían a las técnicas del ilusionismo y el escamoteo.

La caja de las cifras y el cisne ingenioso


El efecto de La caja de las cifras, uno de los preferidos de su repertorio, se basaba en las propiedades del magnetismo. En una caja rectangular dividida en ocho compartimentos idénticos y sucesivos, el espectador colocaba  ocho placas de madera, de igual tamaño al hueco de los compartimentos. Cada una de las placas llevaba una etiqueta pegada que indicaba un número. El espectador combinaba las placas como quería,  de modo que formaban un número de ocho cifras. El mago asistía de espaldas a la operación, sin poder ver nada.   Las distintas combinaciones permitían 40.320 números diferentes.

Una vez cerrada la caja, el mago cogía un  pequeño catalejo y  enfocaba la tapa, como si la lente pudiera traspasar la madera. El mago adivinaba la disposición de las ocho cifras elegidas por el espectador.

Idéntico fundamento magnético tenía El cisne ingenioso, un pequeño cisne de porcelana  que flotaba en un pequeño estanque de cobre. Respondía a las preguntas que le formulaban los espectadores. Para ello se dirigía hasta un punto preciso, al  borde del estanque, donde se paraba frente un receptáculo en cuyo interior se hallaba la respuesta adecuada  a la pregunta que le habían formulado.  La habilidad del mago consistía en provocar movimientos confusos y contradictorios, de manera que el cisne vacile y parezca dudar antes de detenerse.

Suspicacias de Diderot

 


Diderot dictando, 1769

Un segundo grupo de efectos tenía que ver con la emisión del sonido. Comus aseguraba que era capaz de transmitir  pensamientos de una persona a otra, aunque estuvieran a distancia e, incluso, separadas por una cortina o una habitación. Para el  filósofo y enciclopedista Diderot este aspecto no pasó desapercibido. En una carta dirigida a su amante e interlocutora privilegiada, Sophie Volland, se queja de que se hubiera perdido una de sus misivas anteriores. Y seguidamente se pregunta: ¿Quién sabe lo que hay en esta carta, en que manos fue a parar y para qué se utilizará?  Estas cuestiones le evocan el recuerdo de los prodigios de Comus.  ¿Perfeccionará Comus su secreto? – ironiza-  Ese Comus es un charlatán  que retuerce  la mente a todos nuestros físicos. Su secreto consiste en  establecer correspondencia de una habitación a otra, entre dos personas, sin la ayuda de ningún agente intermediario. Si este caballero lograra un día  ampliar la correspondencia desde una ciudad a otra, desde un lugar a unos cientos de kilómetros hasta otro lugar, ¡qué maravilla! No necesitaríamos más que tener cada uno una caja. Cada caja sería  como una pequeña imprenta. Y  lo que se imprimiera en una, inmediatamente se  imprimiría a la otra (6). Una premonición del fax.

El tercer grupo lo constituían efectos ópticos. Comus, posiblemente,  fue el primero en emplear la fantasmagoría para provocar una sensación espeluznante.  En la oscuridad,  proyectaba luces  - mediante  linternas mágicas - que se reflejaban en  imágenes pintadas en una tela, de manera que parecían flotar entre el espectador y el lienzo. Al principio, los fantasmas y espectros eran  sólo un punto lejano, casi imperceptible. Gradualmente se expandían y avanzaban hacia el espectador, hasta abalanzarse sobre él, antes de desvanecerse en la oscuridad.

Magia y electricidad


El modo de presentar sus tentativas siempre era espectacular. La electricidad, por ejemplo,  le permitió realizar verdaderos desafíos, muy del gusto de los magos. Anunció la existencia de un fluido universal y aseguró que probaría que era  agente y causa de todos los movimientos. La intervención de este fluido permitía explicar la totalidad de los fenómenos en física. 


Frontisficio del ensayo
sobre la electricidad del abate Nollet
Se cuidaba de formular las experiencias que presentaba con fundamento teórico, pero de la manera más atractiva para el público: ¿Cómo disparar una bala desde un cañón sin utilizar fuego, aire, gas, pólvora o cualquier sustancia que pueda entrar en su composición ? En ocasiones la charla de presentación adquiría tintes dramáticos: En 1782 aseguró que sometería  a descargas eléctricas un diamante para reconocer mediante este  procedimiento  la variedad Mongol de la variedad  Brasil. Seguidamente invitó a los asistentes a que se atrevieran a hacer la prueba con un diamante de su propiedad, en el caso de que estuvieran  seguros de su autenticidad, pues si era falso corría peligro de convertirse en polvo.

Aplicó la electricidad a los imanes y al vidrio, Estudió los efectos del magnetismo. Intentó comprimir  el éter y el oro. También estudió los efectos del  fluido universal en las plantas y los animales, Y acabó aplicando las conclusiones al cerebro y al sistema nervioso de los humanos. Comus estaba convencido de que la electricidad era el principal motor de los nervios. Desde su gabinete en el bulevar se adentró en terrenos que incumbían a la medicina, desarrollando una carrera como médico  que  resulta sorprendente  porque  jamás renuncia a sus actuaciones como mago

Terapeútica de las enfermedades nerviosas

 


Instrumentos para electroterapia

Tiempo atrás había iniciado investigaciones sobre la utilización terapéutica de la electricidad en las enfermedades nerviosas.. Sus investigaciones sobre los efectos de la electricidad en las plantas y los animales, el cerebro humano y el sistema nervioso fueron publicadas en la revista Observations sur la physique, sur l'histoire naturelle et sur les arts, etc que editaba el abate Rozier, y ampliamente citadas por otras publicaciones científicas.  Realizó una tentativa para aplicar sus procedimientos  terapéuticos en el Hotel de Dieu, el hospital más antiguo de París, asociado a la Facultad de Medicina. Pero su propuesta fue rechazada con argumentos diversos como la falta de dinero, la imposibilidad de recibir incurables o el temor a que los ruidos desacreditaran  el establecimiento. Pero ninguno de los informes ponía en tela de juicio su capacidad. Por el contrario insistían en que no se debía confundir a Comus con la clase de los empíricos, es decir con los charlatanes.

Lejos de descorazonarse, Comus decidió instalar  una clínica en el barrio del Marais, con el apoyo del Duque de Orleáns y otras personalidades. Para entonces su hijo se había incorporado a sus experimentos. Juntos administraron  terapias eléctricas para el tratamiento de algunas enfermedades  como la epilepsia o la amenorrea. Fueron de los primeros en utilizar el electroshock.      

El rey le apoyaba. Las presiones del Gobierno lograron que una comisión formada en la Facultad de Medicina de París, la misma institución que había  rechazado a Mesmer y sus teorías,  otorgara a Comus y a su hijo los títulos de médico del rey que les facultaba para administrar electricidad a los enfermos nerviosos y para realizar experimentos que contribuyeran al arte de curar (7). 

El título conferido a Comus provocó algunas protestas en la clase médica. Ciertos facultativos seguían tratándole como un charlatán de bulevar. Uno de los críticos sería el doctor Marat que asumiría un papel destacado en los años turbulentos de la Revolución  que se avecinaba. Por entonces era médico de la guardia de corps del comte d'Artois y autor de un estudio sobre aplicaciones terapéuticas de la electricidad (8)  en el que intentaba determinar los efectos psicológicos del tratamiento , así como  las contraindicaciones y establecer un protocolo de aplicación basado en la mesura y la dosificación. Pero de nuevo la ingerencia del poder impidió que fraguara la oposición a Comus.

Comus revelado sigue siendo Comus


Curiosamente fue su otra faceta, la de mago, la que fue puesta en cuestión por otro médico;  Edmé-Gilles Guyot. Como médico adquirió gran prestigio al describir la trompa de Eustaquio. Era muy aficionado a popularizar la ciencia a través de las recreaciones científicas que mostraba en salas mágicas destinadas a la aristocracia. Perfeccionó la técnica de la fantasmagoría, remedando efectos de tormenta mediante la proyección simultánea y superpuesta de dos diapositivas. Así mismo proyectó imágenes sobre humo, provocando la impresión de apariciones fantasmales.

Su campo de acción fue vasto. Se interesó por la cartografía, las matemáticas, la física y la magia. En el terreno de la magia es relevante su contribución a los efectos con cubiletes. Y también su obra Nouvelles récréations physiques et mathématiques (9) , cuatro tomos, publicados en 1769,  en los que describe y analiza efectos matemáticos,  magnéticos, mecánicos y ópticos,  La obra sigue la senda que inaguraría en Francia Jacques Ozanam con sus Recréations Matématiques et Phisiques, en 1694. Un camino que luego proseguiría Henri Descremps en   La Magie blanche dévoilée, publicado en  1784.

Instrucciones de Guyot para construir
una mesa para la Sirena Adivina.
 Descemps reveló en su libro las técnicas del cavaliere Pinetti,  uno de los grandes magos del XVIII. Otro de esos grandes magos fue Comus y en su libro Guyot se aplica a desvelar los principales juegos de su repertorio.

Es sorprendente la defensa que el barón Grimm hizo de Comús y, en un plamo más general,  del secreto de los ilusionistas. Grima es autor de una extensa correspondencia  con Diderot y otros enciclopedistas y con las testas coronodas más poderosas de la Europa de entonces. .En sus cartas comenta la actualidad del momento.  Por aquel entonces el doctor Guyot se ganaba la vida como empleado de correos.  Así le trata Grim, con desdén aristocrático, al iniciar el comentario sobre su libro (10).: Un empleado de correos de París ha propuesto la subscripción a una obra titulada Nouvelles récréations physiques et mathématiques – escribe- Ha tomado prestado el título de la obra de Ozanam que tienen en sus manos todos los aficionados.  Guyot, más modesto ha pretendido copiar las creaciones que los señores Comus y Pelletier (11), físicos y matemáticos, hacían para divertir al público mendiante  juegos de escamoteo o pasa pasan en el bulevar. Guyot, rival de su gloria, descubre la mayor parte de sus trucos… No se si Guyot pretende arruinar a Comus y Pelletier dando a la imprenta sus secretos. Pero este descubrimiento no les ha hecho ningún mal y las salas en las que realizan sus experiencias físicas y matemáticas, o por hablar menos maravillosamente, sus escamoteos o juegos de pasa pasa, no han contado con un curioso de menos, desde que Guyot traicionó el secreto. Aqui como en muchas otras operaciones importantes de la humanidad, todo consiste en la manera de hacerlo. Comus es hábil, de maneras sencillas, se expresa con facilidad,  no recurre a burlas, ni a los propósitos malévolos de los jugadores de cubiletes… nadie lleva tan lejos la finura y destreza de los escamoteos. Se sabe de sobra que la cualidad magnética por una parte y la destreza humana por otra hacen cualquier prestigio, No se va para ver milagros. Sino para divertirse. Guyot tendría dificultades si dejase su puesto en correos y abriera tienda en el boulevar. Nadie iría a ver sus trucos.


Oleo que representa un putti divirtiéndose
con la máquina electrostática de Ramsden
 y una botella de Leyden.

El libro de Guyot no logró apartar al público de Comus de  su gabinete del bulevar. Tampoco las acusaciones de charlatanismo de algunos médicos  impidieron que su clínica se quedase pequeña. En  1783, inaguró un Hospicio medico-eléctrico en terrenos cedidos por el rey, próximos al convento secularizado de los Padres Celestinos. Consideraba Comus que las enfermedades nerviosas eran consecuencia de la alteración del fluido nervioso – en el caso de la epilepsia – o de su suspensión – en el  caso de la catalepsia-.  Las descargas eléctricas con la botella de Leyden estimulaban su redistribución por todo el cuerpo.

En este sentido creo que el barón Grimm demuestra bastante buen criterio, Desde su punto de vista la actitud de Comus es abierta y clara, en contraste con las prácticas ocultas de Pierre Mesmer. Comus, efectivamente, da un gran salto desde el bulevar al ejercicio de la medicina. Pero ¿por qué no abandona el bulevar? Sin duda porque un mago muere siendo mago. También porque para Comus no existía contradicción alguna entre las dos actividades. Hombre sumamente ilustrado, consideraba que sus espectáculos populares contribuían a difundir el conocimiento de la ciencia y a desterrar la superstición.

Notas

1. Alexadre Dumas; Los mil y un fantasmas ; prólogo y traducción de Mauro Armiño ; Madrid : Edaf, 2003 
2. Emile Campardon; Les spectacles de la foire: théâtres, acteurs, sauteurs et danseurs de corde, monstres, géants, nains, animaux curieux ou savants, marionnettes, automates, figures de cire et jeux mécaniques des foires Saint-Germain et Saint-Laurent, des Boulevards et du Palais-Royal, depuis 1595 jusqu'à 1791. Documents inédits recueillis aux Archives Nationales, Volumen 1,  1877 . 
3. Robert M. Isherword:  Farce and Fantasy: Popular Entertainment in Eighteenth-Century Paris.
New York ; Oxford : Oxford University Press, 1989.
 
4. J.R. Michaud: Biographie Universelle, ancienne et moderne, Tomo XXIII, Akademische DRuck, Graz,  Austria, 1968.
5. J.P. Lobies: Dictionaire de Biographie francaise, Fascículo CXVII, Letouzey et Ané, Paris, 2007. 3 Guyot desvela sus trucos.
6. Lettre de Denis Diderot à Sophie Volland du 28 juillet 1762. En  Denis Diderot ; Cartas a Sophie Volland ¸edición, prólogo y notas de Laurent Versini ; traducción del francés de Núria Petit; Barcelona : Acantilado, 2010.
7. Jean Torlais,  Prestidigitateur célèbre chef de service d’électrothérapie au XVIIIe siècle, Ledru dit Comus (1731–1807), Histoire de la médecine 5, no. 2 (Febreroy 1955): 13–25;
8. Jean Paul Marat:  Mémoire sur l'Electricité Médicale, couronné le 6 août 1783 par l'Académie royale des sciences, belles-lettres et arts de Rouen. A Paris, de l'imp. de Jorry, libraire-imprimeur de Mgr le dauphin, rue de la Huchette. Chez N. T. Méquignon, rue des Cordeliers, près de Saint-Côme. 1784. 
9.  Edmé-Gilles Guyot: . Nouvelles récreations physiques et mathématiques, 4 vols, 1769-70.
10. Friedrich Melchior von  Grimm :  Correspondance litteraire, philosophique et critique de Grimm et de Diderot, depuis 1753 jusqu' en 1790, Paris, Furne, 1829 .
11. Peletier regentaba un espectáculo de autómatas, devorado por el fuego en 1762, en el incendio de la Feria de  Saint-Germain.
    

 

4 comentarios:

  1. Más que comentario una recomendación, aunque en otra honda, el libro de Linda Simon, Dark light (Electricity and Anxiety) from the telegraph to the X-Ray. Una historia curiosa de los primeros años del uso de la electricidad sus aplicaciones tanto para la industria como para la medicina y mucho más. En definitiva una historia sobre las nuevas tecnologías y su influencia en la sociedad americana de principios dl siglo XX. Un saludo y gracias por tan buen articulo. Alfredo

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  2. Muchas gracias Alfredo. No lo conozco. Lo buscaré y leeré. Ramón

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  3. Querido Ramón:

    Muy curioso e interesante la historia de Comus.

    Felices fiestas para los dos de los dos.

    Jesús G. de la Torre

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  4. Que buena informacion. Gracias Señor Ramon. Sigo buscando informaciones sobre Champy ? Connus o Comus II. Si me permite aqui dejo mi blogue, en portugués, pero tiene traductor. Gracias http://mutusdedit.blogspot.pt/2016/03/o-grande-magico-mr-sutton.html

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